En 1921, el Dr. Pablo Arturo Suárez convocó a jóvenes médicos de la capital en su hogar con el objetivo de activar el campo gremial para abordar los problemas médico-sociales y encontrar soluciones.
En 1928, se estableció el Sindicato Médico de Quito, fundado por el eminente Dr. Eurelio Mosquera Narváez, quien además de ser rector de la Universidad Central y presidente de la República, también presidió esta organización. Este sindicato contó con miembros que incluyeron médicos, dentistas y farmacéuticos. Publicaron el primer código de ética médica con la colaboración del destacado cirujano Dr. Ricardo Villavicencio Ponce, quien luego se convirtió en el segundo presidente del sindicato.
El 14 de octubre de 1933, se formó la Asociación Médica de Quito, integrada por varios médicos destacados. Esta asociación se comprometió con la lealtad, la solidaridad, la defensa mutua, el mejoramiento económico y la ética profesional. También se dedicó a combatir el ejercicio ilegal de la medicina y promover el acercamiento médico.
Cuatro figuras clave en la estructura gremial fueron el Dr. Julia Alfonso Falconí, el Dr. Juan José Samaniego, el Dr. Arsenio de la Torre Marcillo y el Dr. José David Paltán. Cada uno contribuyó significativamente al desarrollo y fortalecimiento de la profesión médica en la región.
En 1946, se fundó el Centro Médico Federal de Pichincha, que colaboró activamente en reuniones médicas nacionales y eventos académicos, apoyando económicamente para cubrir los gastos asociados.
En 1965, se estableció el Colegio de Médicos de Pichincha, siendo su primer presidente el Dr. Pablo Dávalos. Desde entonces, diversos colegas han ocupado este cargo, trabajando incansablemente por los ideales y el bienestar de la comunidad médica en Pichincha.
El legado de estos médicos ha perdurado a lo largo de los años, manteniendo viva la misión y visión del Colegio de Médicos de Pichincha hasta la fecha actual.